Te puede sorprender que los niños le tienen miedo a lo mismo que tú cuando tenías su edad, claro, con algunos cambios de personaje debido a las nuevas temáticas en las películas y programas de TV, pero: la oscuridad, el hombre debajo de la cama, las tormentas y relámpagos continúan en el repertorio.
Sin embargo, todos los temores son temporales y están relacionados con la edad. Algunos pueden presentarse durante menos o más años, y es tan normal como CRECER, por eso te enlistamos los temores que desde hace más de 100 años son los mismos de los 3 a los 9 años.
3 años
Aunque no cree en la existencia de fantasmas o monstruos, puede asustarse bastante al verlos en una película.
También puede generarles temor el SONIDO de los zapatos de goma o el movimiento de juguetes mecánicos, por ser desconocidos o tener una imagen agresiva.
4 años
Su desarrollo racional e intelectual va en aumento, ahora, la misma razón les incita a pensar que en la oscuridad puede esconderse “algo” muy peligroso.
Se presenta también el miedo a los adultos mayores (incluso de la familia), y algunos animales que por su apariencia pueden resultarles peligrosos, como los gallos y perros.
5 años
La ausencia de mamá le aterra, y los truenos, tormentas y los sonidos de sirenas de patrullas o ambulancias le parecen peligrosos y amenazantes.
6 años
Tiene más elementos y conciencia de los riesgos que existen en el mundo real, pero también del mundo imaginario.
El temor de perder a mamá tiene un nuevo elemento, la posibilidad de que muera. Los perros grandes son más peligrosos que los chicos. Los insectos pueden picar, morder y causar mucho daño.
Sonidos fuertes que ensordecen, como las secadoras de manos, aspiradoras, taladros, o tenues que generan tensión, como la estática de la TV.
Aparecen, además, los duendes, fantasmas y el Hombre Bajo la Cama que pueden tener su guarida permanente en sótanos, habitaciones vacías y casas abandonadas.
Y el pinchazo de una aguja, es ya un motivo de llanto y dolor antes de sentir el piquete.
7 años
Ya saben que visitar al dentista o la entrada del shampoo en sus ojos puede ser doloroso, además del castigo físico por parte de sus padres.
También es causa de temor nadar solos con la cabeza hacia abajo y cerrar los ojos cuando se están bañando solos.
En esta edad, las relaciones sociales pueden causarles tal nerviosismo que llegan a tener miedo de enfrentar situaciones nuevas, por lo que iniciar un curso escolar, entrar a una nueva escuela o no cumplir con las tareas puede atemorizarlos.
8 años
Se mantienen el miedo a la oscuridad y habitaciones lejanas donde pueden esconderse seres extraños, pero aparece un nuevo tipo de miedo: aprensión.
Los niños demuestran una preocupación excesiva por situaciones importantes, como la posibilidad de perder el transporte que los llevará a un viaje importante, como las vacaciones, o que sus padres estén en riesgo.
9 años
Los temores son más sociales, como los errores que pueden cometer en sus estudios o en una situación social embarazosa frente a sus compañeros.
Esperamos que esta lista de personajes y situaciones que a los papás nos pueden parecer ilógicas o ridículas, sirvan como una guía para que ayudemos a nuestros hijos a enfrentar, comprender y superar sus temores.
Recuerda que el miedo es una emoción, tan útil como el amor, la tristeza, el enojo y la felicidad, y que gracias a él, podemos sobrevivir a situaciones peligrosas como un perro que amenaza con mordernos o un desconocido que se acerca demasiado.
Claro que también, puede servir para unir a las familias, en amor, compresión y apoyo.
Soy Eduardo Alvarez, papá y periodista