Algunos especialistas coinciden en que la mejor forma de crecer, para los niños, es con animales.

Por ejemplo, la Asociación Norteamericana para la Educación Ambiental, asegura que los niños son atraídos hacia cualquier clase de animal, quizá tiene que ver con nuestro pasado ancestral en el cual vivíamos en cuevas dentro de los bosques y selvas, rodeados de animales.

El creador de la idea es el biólogo Edward Osborne Wilson, quien en 1984, presentó el concepto de Biofilia, en donde aborda la afinidad innata que los humanos sentimos por otros seres vivos.

Al respecto, algunas investigaciones demuestran que los humanos, de manera innata, nos sentimos atraídos hacia otras especies no humanas, y en algunos casos, tenemos el instinto de querer cuidarlos o criarlos cuando los vemos pequeños o vulnerables, si no fuera así, recuerda ¿cuántas veces hemos tenido la intensión (o lo hemos hecho) de levantar uno o varios cachorros de la vía pública porque nos duele verlos desamparados?

¿Por qué es positivo el contacto con los animales para los niños?

La autora del libro  “Conectando Animales y Niños”, Patty Born Selly, comenta que el acercamiento con animales los pueden llevar a tener:

a) relaciones más positivas con sus compañeros de clase,

b) sentimientos de empatía más fuertes,

c) mejor desarrollo socio-emocional,

d) mejor comprensión de las diferencias y similitudes, y

e) mayor conocimiento de la importancia del espacio para vivir, la alimentación, protección, compasión y empatía.

Y como no todos tuvimos la fortuna de nacer en una granja

Desde hace unos años a la fecha, algunos sistemas educativos recientes han adoptado esta filosofía, ofreciendo a los estudiantes un contacto más directo y constante con los animales y la naturaleza.

En algunos colegios, por ejemplo, tienen una mascota en clase, en otros, incluyen plantas y flores dentro del salón, y algunos, organizan visitas a lugares en donde viven diferentes clases de animales, como el santuario para las abejas llamado Abeja Planet, a unos minutos de la capital de Yucateca, o si son fanáticos de los caballos, la escuela de Monta de Caballos, Polo Angeles.

Soy Eduardo Álvarez, papá y periodista