Si hoy abrimos bien los ojos, quienes somos padres de familia nos daremos cuenta que nuestros hijos requieren más que una buena conexión a internet. Aunque este mundo de cabeza diga lo contrario.
Nuestro hijos necesitan jugar con otros niños, tener contacto con sus maestros, relacionarse con sus iguales, salir de casa, regresar a la escuela, escapar de la violencia doméstica y la soledad que han encontrado en el mundo de los adultos.
Si abrimos bien los ojos, los padres y maestros, podríamos planear cómo mejorar la educación y seguridad de los niños en la escuela, priorizar las medidas de higiene, cerrar la brecha educativa, y comenzar a enderezar esta realizad para que las escuelas sean, otra vez, un mundo de risas, juegos y aprendizaje para los niños.
Soy Eduardo Álvarez, papá y periodista