A partir de este año (2018), en todo Yucatán, se comenzará a implementar un nuevo programa para enseñar a los padres de familia la importancia de una alimentación saludable.

El nuevo programa se aplicará en escuelas públicas, desde preescolar hasta secundaria y tiene, como meta, ser una GUÍA que transforme el Estilo de Vida de las familias, como una solución a los alto
s niveles de obesidad y las enfermedades relacionadas al sobrepeso: diabetes, hipertensión, entre otras.

Dentro de las GUÍAS se muestran ejemplos de menús para los niños, según su grado de estudios.

Para muchos, este puede ser otro esfuerzo más de las autoridades, como resultado del fracaso que tuvieron al intentar sacar la comida chatarra de las escuelas, y sugerir a los encargados de las “tienditas escolares” que sustituyeran las frituras por fruta picada. Lamentablemente, lo que la gran mayoría de la gente busca es lo que más se anuncia, y al que mejores comerciales hace.

Sin embargo, para la elevada cantidad de casos de diabetes que colocan a Yucatán en el primer lugar del país (y eso que son 32 estados con muchos millones de habitantes) cualquier esfuerzo debe ser recibido con interés y compromiso.

Quizá, al momento de leer estas líneas tus hijos beben un refresco gasificado en la cena, o están comiendo su tercer chocolate del día, y ya horas antes comieron la mitad de una hamburguesa con papas a la francesa, y algunas otras cosas que muchos consideran ideales para niños, porque suponemos que nadie fabricaría comida dañina, sería ilógico, tan ilógico como que un padre le de alimentos NO SALUDABLES a sus hijos.

De acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición de 2016, en México, tres de cada 10 niños viven con sobrepeso, lo que coloca al país como el número uno de niños obesos a nivel mundial.

Como se ha visto, el gobierno no puede remediar esta crisis de salud, es inepto, y tampoco lo harán los fabricantes de la llamada “comida chatarra”, esperemos, por el contrario, que al darle la estafeta a los padres, estos tengan un mayor interés, y que el futuro de los niños yucatecos deje de ser un problema de MUCHO PESO.