Anaranjadas, transparentes y hasta negras, así son algunas de las bebidas azucaradas que los niños pueden encontrar en el cine, restaurantes de comida rápida, tiendas de abarrotes, pero sobre todo, en su propia casa.

Las bebidas azucaradas y carbonatadas son uno de los alimentos preferidos de los niños, y que los padres de familia han decidido, por sabor o precio, incluirlas en la dieta familiar, tanto, que en México, los niños menores de 12 años consumen AL MENOS, 250 ml de refresco al día, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP).

¿A quién no le gusta el azúcar?

Además de darle un toque dulce a los alimentos, el azúcar brinda energía y hasta nos ayuda a mantenernos despiertos, PERO, si la consumimos en grandes cantidades puede quitarle lo dulce a nuestra vida.

Por ejemplo, la Asociación Americana del Corazón (AHA) recomienda que los niños de 2 a 12 años consuman máximo 25 gramos de azúcar PERO los refrescos más vendidos en México contienen 63 gramos por botella de 600ml.

EL PROBLEMA son los PEROS

El INSP realizó una encuesta en 2020, a padres y cuidadores de niños, en la que detectó que:

Más del 60% de niñas y niños de 2 a 11 años consumían refresco o bebidas azucaradas en un día promedio.

Y DA MIEDO PORQUE
Consumir con regularidad esta clase de bebidas está relacionado con el aumento de peso, obesidad, desarrollo de diabetes, trastornos metabólicos y caries.

Razones para cerrar la botella
De acuerdo con datos de UNICEF:

• 1 de cada 20 niñas y niños menores de 5 años padece sobrepeso y obesidad.
  
• 1 de cada 3 niños entre 6 y 19 años padece sobrepeso y obesidad.
• México está entre los primeros lugares de obesidad infantil en el mundo.
  
• Yucatán ocupa el primer lugar nacional en obesidad infantil.

Si bien, las empresas siempre venderán lo que los consumidores siempre demandarán, una cosa es cierta: la felicidad no aparece cuando se destapa una botella.

Y en tu casa, ¿cuál es la bebida favorita de tus hijos?

Soy Eduardo Álvarez, papá y periodista