¿Cómo le explicas a tus hijos que un ser querido falleció? esa persona especial con quien tejían sueños y planeaban paseos o vacaciones.
Iniciar esta conversación puede parecernos un tema para morir de angustia, sobre todo, si no queremos lastimarlos más de lo que ya están, porque los creemos frágiles, más frágiles que nosotros, que sólo queremos protegerlos.
Una explicación directa nos parece muy cruel, suponemos que si a nosotros, como adultos, nos duele una pérdida, a nuestros hijos los destrozaría, y entonces decidimos utilizar términos más poéticos y cambiamos las palabras: fallecer y morir, por dormir y viajar, lo que en lugar de ayudar, suele provocar confusiones y verdaderos temores que pueden provocar otros problemas en su vida.
¿Cómo perciben los niños la muerte?
La psicóloga infantil, Daniela Martínez Góngora, de la clínica infantil Desarrollare Kids Yucatán, nos explicó a Tiempo de Niños que antes de los DOS años, no la perciben como una muerte, sino como una pérdida. “Ya no está la persona que me cuidaba, ya se fue”.
De los DOS a los CINCO, ya la interpretan como algo real y temporal, por eso, “en esta edad es importante no utilizar frases como: “se durmió”, porque lo van a interpretar tal y como nosotros se lo digamos. Si les decimos que el abuelito se durmió, tendrán la esperanza de que despierte.
A partir de los SEIS años ya distinguen a la muerte como algo real y la pueden separar de la fantasía, “entienden que no es como la ven en las caricaturas en donde los personajes constantemente mueren y reviven”.
De acuerdo con la psicóloga, dentro de los principales errores que cometemos los padres están:
- Ser ambiguos. Apoyarnos en conceptos como “se fue de viaje” o “se durmió” pueden generarles miedo y confusión. Los niños menores a seis años, pueden interpretar la muerte como algo temporal y esperar a que el familiar regrese del viaje o que despierte.
- Anticiparnos. En casos en los que sabemos que algún familiar está cercano a fallecer, decirle a nuestro hijo cuál es la situación real. Es importante explicarles que la muerte es algo real y que puede ocurrir.
- No decirles que el familiar murió y limitar la expresión de sus emociones; pedirles que no lloren, por ejemplo.
Daniela Martínez recomendó explicarle a los niños con un lenguaje claro y cálido, porque los niños pueden entender si se les explica de acuerdo con su edad.
“Como la muerte es un tabú, pensamos que nuestros hijos no lo podrán soportar. Es importante ser directos, utilizar las palabras como tal, pero de una forma cálida, y darle la certeza de que tendrá un respaldo, de que vamos a estar con ellos para lo que necesiten”.
De esta manera, comentó la psicóloga infantil, evitaremos confusiones, temores y posibles traumas que se pueden manifestar en la negación a dormir, un retroceso en el control de esfínteres por la noche o los cambios de ánimo.
Soy Eduardo Martínez, papá y periodista
