Perder a un ser querido nos lastima, y por supuesto que también hiere a los corazones más pequeños, los de nuestros hijos, porque además del dolor por la muerte, está la incapacidad de comprender que la abuelita, el tío, amigo o cualquier otro ser querido con el que ayer reían, jugaban, platicaban, ya no volverá con nosotros.
De acuerdo con la psicóloga clínica Circe Gómez Victoria, es importante hablarle a los niños de este tema tomando en cuenta cinco puntos:
- Las creencias familiares.
- Su personalidad.
- Nivel de educación.
- Cercanía con la persona fallecida, y
- Explicarle que la muerte es un proceso natural.
El proceso de duelo en los niños es diferente que en los adultos, porque ellos no tienen la madurez que los mayores ya han desarrollado, por lo que la experta recomienda sensibilizar sobre este tema, “antes de que suceda, cuando la persona tiene una esperanza de vida corta, como es el caso de los abuelitos, quienes tienen una muerte anunciada”.
Cuando la Muerte está Anunciada
La empatía, solidaridad y que “se sientan partícipes en la atención y cuidado de la persona, como llevarles el vaso de agua o acomodarles la almohada, son actividades con las que la partida del ser querido será menos dolorosa”.
No se trata de que los niños sean los enfermeros personales 24 horas al día, ni mucho menos obligarlos a cuidarlos como castigo, sino involucrarlos en el cuidado.
Así, se facilitará el proceso de duelo y comprenderán que no hay “deudas ni pendientes”, porque también, quien está en proceso de fallecer se sentirá mejor, con compañía, atendida, muy querida”.
Cuando la Muerte es Repentina
Tal como lo manejan las filosofías orientales, es necesario enseñarle a nuestros hijos a tener una dinámica de vida que ayude al otro, vivir en armonía y llevarse bien con los otros.
Porque a veces, es hasta que la persona fallece, que nos damos cuenta de todo el bien que él o ella hacía a su alrededor, y es que no sabemos cuándo sucederá un accidente fatal o enfermedad mortal, entonces, si yo estoy bien cada día con TODOS, el proceso de duelo no tendrá “pendientes o reproches”.
Acciones que enseñan
Estas acciones favorecerán que los niños vivan de una mejor manera el duelo, porque aprenderán que para reconfortar y expresar nuestro cariño hacia otra persona debe ser en vida, no después, porque la felicidad está en esta realidad y que la única dicha es la que se genera con sus acciones.
La especialista señaló que el duelo, idealmente, debe durar menos de 6 meses y que se vale llorar, extrañar al ser querido y que si se siente feliz, también es correcto.
Recomendó ademas, que cuando hablemos de la persona que se fue, mencionar las características buenas y malas que lo hacían una persona especial y única que logró dibujar una sonrisa en nuestra vida.
Soy Eduardo Álvarez, papá y periodista
