¿Recuerdas cómo fue la primera plática que tuviste sobre la menstruación? Quizá fue como la que tuve yo, en donde el tema central era que ya estaba lista para embarazarme y que mi cuerpo tendría cambios físicos, también aprendí que para platicar sobre este tema era necesario ser discreta, como si estuviera guardando un secreto.

Un estudio de la universidad de Harvard dice que cerca del 44% de las mujeres que menstrúan por primera vez no sabían qué era ni cómo ocurriría, provocando que sintieran pena, temor y malestar.

También se sabe, que el tema sobre el que giran las conversaciones iniciales con los padres siempre están ligados al embarazo y salud reproductiva. Y en la escuela, otro tanto.

Nelly Silveira, directora de HAPPY NURSE, el servicio de enfermería especializado en niños y adolescentes, nos comentó que, si bien, ahora la sociedad es más abierta, muchas veces, las explicaciones para las niñas y niños carecen de la información completa y necesaria, provocando como consecuencia: ansiedad, miedo y muchas preguntas que tendrá que resolver por sí sola o con apoyo de la publicidad.

¿Por qué es importante hablar de la menstruación?

Hablar de la regla con nuestras hijas e hijos es parte de la educación sexual, y como tal, se ha demostrado que “reduce el riesgo de embarazos en edades tempranas”, nos dijo la experta, quien además recomendó “hablar del tema antes de que ocurra, porque cada vez es más común que las niñas comiencen a menstruar más jóvenes debido a las hormonas que contienen los alimentos”.

Existen diferentes edades para hablar de la menstruación, porque no todas comenzamos al mismo tiempo, mientras que algunas chicas comienzan a los 12, puede que otras inicien a los ocho, por eso, porque no hay un patrón idéntico, ni familias con creencias idénticas, lo recomendable es hablar con nuestras hijas e hijos desde antes.

Algunos expertos recomiendan iniciar con estas pláticas desde los 4 años, cuando surgen las dudas del tipo: ¿de dónde vienen los bebés?, y muchas otras preguntas que son parte de un proceso natural que involucra al crecimiento y por supuesto, a la menstruación. Así, podemos normalizar el hablar de la menstruación como parte de un proceso natural y no un tema de burla, vergüenza o temor.

Para evitar que nuestras explicaciones se conviertan en un seminario médico con horas y horas de información, lo mejor es abordar el tema en diferentes tiempos y situaciones, adaptándonos a los momentos y edades en que surgen las dudas, como:

– ¿De dónde vienen los bebés?
– ¿Por qué su cuerpo está cambiando?
– ¿Qué es la pubertad?

Y aprovechar situaciones, por ejemplo:

– Cuando se compran productos para la higiene menstrual, o
– Si como mamá estás en el periodo menstrual.

Platicar constantemente sobre la regla, además de eliminar las barreras que lo hacen un tema tabú, colaborará en una mejor educación sexual, reducir el riesgo de embarazos no deseados, y además, a construir un lazo familiar más fuerte con sus hijas.

Y si no comenzaste con las explicaciones desde los 4 años, Nelly Silveira nos recomendó estos pasos para explicar mejor ¿qué es la menstruación?:

1. Comenzar, con preguntas sobre lo que saben del tema y como se sienten
2. Ser concretos con información clara, detallada y sin sermones ni prejuicios.
3. Utilizar apoyos visuales
4. Tener claro que una plática no basta, por lo que se podrá abordar el tema más adelante.
5. Aclararles que la menstruación es un aspecto normal.

Claro que dentro de la plática se tienen que responder algunos puntos, como: ¿qué es la menstruación?, ¿cuántos días puede durar?, ¿se puede sentir cansancio, dolor o mayor sensibilidad? ¿Es posible que sientan cólicos?, ¿cuantas veces te tienes que cambiar? y tener apoyos visuales o físicos como gráficos y figuras que faciliten la explicación.

Tus hijas te lo agradecerán 😉