Ya sea que hayas escrito tu lista con una semana de anticipación en una hoja de excel, o cinco minutos antes en una servilleta, es más, quizá la hiciste mientras te comías las uvas, te deseamos que logres cada uno de tus propósitos, aunque haya sido uno solo repetido 12 veces entre las campanadas y fuegos artificiales.

Por nuestra parte, deseamos que cada minuto que pases con tus hijos el apego crezca, que los días te regalen emociones que valgan oro (la mirra y el incienso pueden pasar), a ver la vida con la visión mágica de los niños que confían en la bondad y cariño que quien NO VIAJA en camello, ni caballo, ni elefante, pero que con una caricia les regala la seguridad de tener una familia que los ama.

Deseamos que dentro de tus propósitos, tus hijos puedan cumplir el propósito de ser felices, de ser niños y de sonreír.

¡Feliz 2022!

Soy Eduardo Martínez, papá y periodista