Es un buen ejemplo de convivencia social, en donde las inquietudes y ocurrencias de una oveja transforman la rutina de la granja en una aventura que pueden incluir desde temas relacionados con la amistad, hasta fantasías de ciencia ficción.

Y no es que Shaun (la oveja) sea un personaje malvado que intenta una “rebelión en la granja” para molestar al cuidador de orejas largas (el perro guardíán), o la oveja negra del rebaño, porque para empezar, es blanca como todas, la diferencia es que ella es inquieta, ocurrente, y no vive limitada por los horarios que les marca la rutina de la granja.

En general, la Oveja Shaun es un excelente apoyo para explicarle a nuestros hijos: 1. lo que podemos lograr cuando trabajamos en equipo, 2. el valor de la amistad y 3. la importancia de vivir en armonía.

Además, este programa infantil también rompe con la rutina, pero la de ver sólo dibujos animados, porque está realizado con marionetas que se graban cuadro por cuadro, en una técnica llamada Stop-Motion.

Otra característica que motiva la imaginación es que los personajes no tienen diálogos que explican la trama, sino que se comunican por medio de sonidos guturales y señas.

La edad recomendada para verla es a partir de los 5 años, ya que los niños más pequeños pueden espantarse con las escenas violentas y requerir la explicación constante para comprender las diferentes tramas que se manejan.