‘Ésa es la historia de Pixanitos’
Hoy forman parte de Semillero Creativo a nivel nacional
Un programa de gobierno reunió hace 3 años a 40 niños para aprender teatro, música, danza, canto y otras disciplinas, en el corazón de Kanasín, un municipio periférico de Mérida en Yucatán; los tiempos políticos desaparecieron el programa, pero los niños y sus padres se apropiaron de la cultura, convirtiéndose en un grupo con presentaciones nacionales que hoy forma parte de Semilleros Creativos cultura comunitaria.
Bajo el nombre de “Pixanitos” (almas pequeñas en Maya) han sobrepasado los cambios de Gobierno y son un grupo artístico consolidado, que se profesionaliza todas las tardes de lunes a viernes de 4 a 8 en el Centro comunitario de Kanasín, y que apenas la semana pasada se presentaron en el Auditorio Nacional de la Ciudad de México como parte de los 600 artistas en escena que participaron en “Tengo un sueño. Magno evento cultura comunitaria”.
Tiempo de Niños entrevistó a los 13 integrantes de “Pixanitos” y su directora artística, Ilsee Morfín Alemán, quienes relataron su historia y el impacto que ha tenido la perseverancia de sus padres y de ellos mismos.
Amel Pech Morfín, Kevin Hernández Puc, Karen Puc Chan, Judith Hernández Puc, Marichuy Mendoza Tzuc, Brian Sánchez Chan, Meysi Herrera Cortés, Jimena Puc Chan, Pamela Osorio Zozaya, Zirel Hau Puch, Iliana Hau Puch y Óscar Hau Puch, son niños entre 9 y 16 años que conforman “Pixanitos”.
El inicio
Hace 3 años, las políticas públicas del Gobierno crearon un programa cultural para que los niños aprendieran de las artes y la cultura, evitando la enajenación en la televisión, el celular o caer en las derivas, alcohol o bandas.
“Llegamos a ser 40 niños que íbamos a las clases todos los días y cuando hubo cambio de Gobierno nos querían dejar, porque ya no habría recurso para pagar a los maestros y nosotros no queríamos que se acabara el grupo, ya habíamos formado Pixanitos y las mamás se organizaron y con recursos propios se hizo la cooperación para contratar y continuar.
“Así estuvimos año y medio, con recursos propios, y que las mamás gestionaban, hasta que nos invitaron para formar parte de Semilleros creativos culturales comunitaria”, relataron los pequeños.
La primera obra la presentaron el 16 de octubre de hace 3 años en el Teatro Daniel Ayala en Mérida y luego estuvieron en el Armando Manzanero, en el Olimpo y este año en Los Pinos y en el Auditorio Nacional.
“Las madres se volvieron gestoras culturales, porque los niños no querían que se acabara el grupo, estaban tristes, de mal humor, son niños que estaban entrando a la pubertad, ahora ya en la pubertad, la mayoría tiene 11 años, sólo tenemos dos de 15 y 16 que están por entrar a la preparatoria, los demás están en primaria y fue muy difícil para ellos que el grupo se cerrará, así que con recursos propios y gestionándolos es que se salió adelante”, relató Morfín.
Revaloran
El camino fue difícil y de los 40 niños que iniciaron, solamente 13 permanecieron.
Fue en este 2019 que la Secretaría de Cultura del Gobierno federal los contactó para participar en el programa Semillero creativo cultural comunitaria, en el que les aportan los recursos para la nómina de 4 maestros y la participación en eventos nacionales, donde el intercambio cultural es enriquecedor.
“Pixanitos ya es un grupo teatral infantil, ya son capacitados de manera intensiva, es como si fueran deportistas de alto rendimiento, pero tenemos otro grupo y el Semillero está abierto para el que esté interesado.
“Pixanitos tiene 4 horas de clases todos los días, de Maya, voz, actuación, acondicionamiento físico, antropología y el segundo grupo que se abrió en agosto se llama “Azulejos” en total son 40 niños en el Semillero”, relató.
Impresiones
Para los niños ser parte de Pixanitos es “experiencia, disciplina, ayuda, diversión, compartir, convivir, amistad, enseñanza y aprendizajes”, tan sólo en el último viaje a la Ciudad de México, convivieron con más de 600 niños de otros Estados y cada “pixanito” se hospedó con niños de otros Estados, no con su grupo, lo que les dejó una riqueza de intercambio cultural, aunado a la presentación en el Auditorio nacional.
Para las mamás también ha sido un cambio, ya que aunado al apoyo incondicional de llevar a clases a los niños, apoyarlos en los viajes, motivarlos y ser gestoras culturales, son productoras, es por ello que ahora toman un taller de producción teatral, para profesionalizarse en la materia, ya que son las que hacen vestuarios y están en el trabajo detrás de sus hijos.
¿Y de grandes?
Las artes como la música, el canto, la danza, el teatro, la literatura tienen beneficios en el desarrollo de los niños, amplían horizontes, despiertan la imaginación, facilitan la comunicación, la sociabilización, la sensibilidad, entre muchas otras cosas.
Los niños de Pixanitos expresaron de manera muy clara su sentir, sus impresiones y sus sueños; con una gran facilidad verbal transmitieron sus emociones, sus recuerdos y sus planes.
De grandes quieren ser paramédicos, chefs, actores, ingenieros en robótica, cantantes, reposteras, cirujanos, así como escritores de obra, sueños que seguramente llegarán o se matificarán en el camino, pero que ya llevan consigo las bondades de estar cerca de las artes.
Todos al Olimpo
La próxima presentación de Pixanitos es el domingo 1 de diciembre a las 12 del día en el Centro Cultural Olimpo, oportunidad para presenciar y ver de cerca el trabajo de los niños con la obra “Entre pancartas y palanganas”, que aborda los derechos humanos y la riqueza de la identidad cultural.
Ilsee Morfín destacó que es una obra para toda la familia y es comedia regional blanca.
El Semillero está abierto para todo público, no tiene costo y mayores informes con la directora al 9992583237.
Soy Verónica Martínez, periodista, madre y emprendedora vermarguz@gmail.com
