Niños Héroes. Muchos conocemos la historia, para algunos exagerada y para otros medio inventada, de los SEIS adolescentes que defendieron el Castillo de Chapultepec de ser tomado por el ejército estadounidense en 1847.

foto: Tiempo de Niños

Cada 13 de septiembre se recuerdan los nombres de los cadetes y se elevan sus acciones a rangos heróicos, porque se enfrentaron a enemigos superiores y actos de injusticia en escenarios perdidos. Así son los héroes: valientes y determinados a luchar por un mundo mejor.

 Y así han sido, sin duda, nuestros hijos, los nuevos “niños héroes” que ya no pelean en un escenario con rifles ni cañones (al menos no en nuestro país), hoy en día, su campo de batalla está en casa, donde la pandemia los mantiene encerrados en un ambiente que durante 17 meses se ha enrarecido y complicado al lado de sus padres y familiares.

Los enemigos, en esta Nueva Realidad son “villanos” con poderes diferentes: el grito de furia amenazante, la ley del hielo y las reglas invisibles del: no mover al no tocar, el jalón de greña en zigzag, el manotazo salvaje o la chancla voladora, y en algunos casos, el cinturón mágico que se transforma en látigo. Y todo con una fuerza tres veces superior a la de cualquier niño terrestre.

Claro que los nuevos súper villanos no se levantan de la cama, cada día, buscando hacer el “mal”, no señoras, no señores, sólo son víctimas de circunstancias que “involuntariamente” sacan a la luz su YO NEGATIVO.

Circunstancias como cuando se escucha un crash provocado por un jarrón que cae o el agua derramada en la mesa a la hora de la comida, son el botón que despierta al monstruo que se esconde en el interior de los padres o familiares más tranquilos de la colonia.

Es entonces cuando los verdaderos niños héroes son castigados por su mala motricidad y el exceso de emociones incontrolables cuando estallan de felicidad por algo que desde el punto de vista de sus padres: “no es para tanto”.

¿Por qué los niños son héroes?

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Desde el inicio del aislamiento, muchos niños comenzaron a enfrentar miedos, soledad y aburrimiento que en los mejores casos, desarrollaron la resiliencia necesaria para superar los momentos críticos y adaptarse a la Nueva Realidad en donde cuatro paredes, se han convertido en su nuevo universo.

Para lograrlo, se requiere VALOR y DETERMINACIÓN para enfrentar fuerzas y amenazas desconocidas, peligrosas y superiores (como el YO NEGATIVO), y eso lo han logrado muchos niños, de los que como padres podemos aprender: tolerancia a la frustración y una amplia capacidad de perdón.

Un ejemplo de valores comunes

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Para ejercitar y motivar la resiliencia, los héroes son el súper ejemplo que a nuestros hijos e hijas les encantan, ya sea que los tomemos de un cómic, la literatura o historia universal, o alguien más actual, como un luchador social (Gandhi o Martin Luther King) o estrellas deportivas y del espectáculo.

En los héroes podremos observar que siempre se pueden superar barreras, obstáculos, miedos, y que llegaremos más lejos si trabajamos en equipo, y no hay que olvidar el gran valor de ayudar a otros o arreglar las injusticias para lograr un mundo mejor.

Pero no olvides que para nuestros hijos, el héroe más importante y poderoso es el que resuelve los problemas con un súper abrazo, la visión de calor amoroso y que vive en su misma casa, aunque a veces se tropiecen y transformen en villanos.