Esta es una de las mejores épocas del año para que los niños se conviertan en sus personajes favoritos, una época en donde las fantasías tienen total libertad en los juegos de roles, y sólo necesitan ponerse un disfraz.

Y no se requiere mucha inversión, porque la mente de nuestro hijos ve la realidad de una manera diferente que nosotros los adultos, para ellos, el disfraz puede constar sólo de una máscara o un casco y un par de guantes, claro que si se puede aumentar el guardarropa, mucho mejor.

Así que abre la puerta de todas las posibilidades, ya sea de bombero, chef, mago, princesa, zombi, monstruo, bruja, calavera, hasta de mamá y papá, porque a la hora del disfraz, los niños se visten solos.

¿Por qué les gusta disfrazarse?

Disfrazarse, es convertirse en otro, asumir una nueva personalidad, con otras actitudes y hasta con una voz diferente. Y cuando se ven en el espejo o en una fotografía, comprueban que por unos instantes lograron ser otra persona.

Es el momento en que pueden ser lo que quieran ser y sin límites, y lo disfrutan, incluso hasta van a la calle con sus propios disfraces inventados, porque lo mejor del disfraz, es que no tiene que ser de marca registrada o tener las puntadas de una modista. Muchos niños y papás pueden crear disfraces muy creativos con sólo cajas, telas y colores.

Gladys Barrera, psicóloga infantil y diferentes organismos internacionales, confirman que entre los principales beneficios de disfrazarse es que desarrollan la creatividad y la imaginación, eso si, debe ser una actividad libre, nunca obligada.

“Son momentos de mucha libertad porque no se sienten juzgados y para los niños resulta divertido, además,  no hay exigencias y les ayuda a ir adaptando su personalidad”.

“Esta actividad tiene tantos beneficios que no debemos limitarnos a una o dos veces al año. Te sugerimos que para liberar el lado creativo de tus hijos, los armes de un baúl, caja o cesto especial donde puedan guardar diferentes prendas, cartones, que les permitan crear sus propios personajes”.

La psicóloga infantil, también nos recomendó utilizar el disfraz como una manera de reforzar la hora del cuento antes de dormir, utilizando como papá, mamá o hijo, un sombrero o una tela, que hace más vivencial la fantasía, con lo que además de incrementar el interés por la historia que se lee, motiva la lectura y los acercas a la actuación.

Los 5 Beneficios de convertirse en “Otro”:
Motiva la imaginación y la empatía
Seguridad en sí mismos, son capaces de hablar más fuerte y moverse con mayor soltura.
Autonomía y autoestima  logran vestirse solos y les genera confianza en sí mismos.
Acercamiento a las artes. Los convierte en actores que interpretan diferentes roles imitando comportamientos, o bien, creando diálogos y hasta modificando su voz.
Impulsa su creatividad, pueden hacer su propia versión con ropa que ya no usan y dar los toques finales con maquillaje.