Más allá de los métodos y tecnologías, una de las piezas más importantes en la escuela es quien le da vida al conocimiento y encarna los principios de las instituciones educativas, quien tiene el poder de motivar o desanimar a los alumnos, quien da una razón para amar el colegio o verlo como una pesadilla, los MAESTROS.

Por fortuna, los profesores de hoy “se enfocan en ser más sensibles”, como nos dijo la coordinadora de psicopedagogía, Gabriela González Marengo, del Instituto Savia, “ahora se busca la empatía, comprendiendo cómo se siente el alumno y conciliar, animar, en lugar de obligar”.

ANTES: la Escuela en general, había perdido la calidez humana y los docentes se enfocaba sólo en impartir conocimiento. Como cuando nosotros, los padres de familia, éramos niños.

AHORA: Se favorece el humanismo, la solidaridad. Los maestros han logrado que “la escuela sea un espacio en donde los niños se sientan cobijados, respetados, como en una tribu que ofrece seguridad”.

Este cambio gradual en los docentes se acentuó más tras la pandemia, logrando “un acompañamiento afectivo, no sólo formativo en torno al conocimiento.

Colegios como el instituto SAVIA son un ejemplo en donde el docente es todavía más sensible, va más allá de la enseñanza de matemáticas o español, busca convertir a los individuos en seres más autónomos, analíticos.

Se crean entornos donde se favorece el humanismo, la solidaridad, la calidez humana, y se incorporaron materias como Socio-Emocional en donde los alumnos exploran y expresan sus sentimientos.

Los Nuevos Docentes parten de una misma pregunta: ¿cómo nos sentimos los maestros y niños? y si hay desánimo, cansancio, hartazgo, se buscan soluciones con empatía, sin dar o tomar la clase por obligación y castigos, por el contrario, utilizando herramientas como yoga, activación física o expresar nuestro sentimientos.

Así son los Maestros con una Nueva Mirada Educativa.