La maternidad, vista desde lejos, es como un final de película muy rosa, en el que se abre un telón hacia un país de Las Mil Maravillas donde todo huele a nuevo, caminamos entre nubes y nuestras relaciones se vuelven perfectas, porque ya somos madres.
La dura y cruda realidad es que la maternidad puede convertirse en una etapa de soledad, dudas, cansancio extremo y pérdida de identidad, de acuerdo con la psicóloga y fundadora de Entrelazando Maternidades, Diana Manzano, quien además, nos dijo que “en estos tiempos hay una constante exposición a mucha información que, en vez de informar desinforma y nos hace creer que existe una “maternidad perfecta” en la que se pueden desarrollar todos los roles de mujer: madre, esposa, chica fitness, con una gran vida social y exitosa en el trabajo, entre otras cosas.
Y cuando comparamos, y nos damos cuenta de lo alejadas que estamos de esa “Maternidad Perfecta” nos sentimos inconformes, frustradas, deprimidas y eso nos impide disfrutar plenamente de la maternidad, que sin duda tiene momentos hermosos.
La Conversación como Terapia
Entrelazando maternidades es un grupo de conversación terapéutica para mamás, fundado por las psicólogas Diana Manzano y Lourdes Jiménez. “Nos reunimos los martes de cada 15 días para escuchar los temas o dudas que cada participante quiera compartir o explorar: “todas escuchamos y se modera con preguntas reflexivas, cuestionamos desde un punto de vista diferente del de la mamá que lo expone, tratando de explorar y presentar algunas alternativas que pueden ser de utilidad, todo en un ambiente de respeto y guardando siempre la confidencialidad de lo que se construye en este espacio”.
Creado por mamás para mamás
“Cuando nos convertimos en madres por primera vez, mi socia y yo”, nos relata Diana, “nos dimos cuenta que en la realidad, ser mamá no era como la habíamos imaginado, sentíamos que estábamos solas en este camino, ya que además te encuentras con muchas expectativas de cómo se debe actuar o de consejos impropios, de un ataque continuo de la sociedad hacia tu forma de crianza, te sientes juzgada y hay muy poca empatía y apoyo de quienes te rodean, y eso hace que sientas que la maternidad la tienes que vivir en silencio y asumiendo lo que te tocó vivir sin cuestionar”.
“Lourdes (mi socia) y yo, nos dimos una escapadita de nuestra absorbente maternidad para platicar, precisamente, de nuestra maternidad, mientras saboreábamos un rico postre y al coincidir en muchas ideas, nos sentimos acompañadas entre nosotras. Nos dimos cuenta que las maternidades son diversas y que ambas pasábamos por situaciones y sentimientos similares, y que merecíamos ser escuchadas, contenidas y alentadas, sabiendo que aunque el camino de la maternidad puede ser difícil, lo estábamos haciendo bien y entendimos que hablar de estos temas, en un ambiente de confianza y respeto nos hacía sentir valoradas, motivadas y empoderadas para disfrutar de nuestra maternidad.
“De ahí surgió que como madres y también como psicólogas que éramos podíamos ayudar a otras madres a sentirse de la misma manera pues sabíamos que muchas están en la misma situación y así creamos este espacio que acaba de cumplir 4 años de fundarse y que ha ayudado a muchas mamás”.
“Las mamás que asisten, se dan cuenta que no están solas, que existen muchas realidades en la maternidad, y al escuchar estas otras voces sienten una carga menos pesada, que no son las únicas, además de que en el diálogo se reconstruyen las historias y de esta forma se aprende a mirar de maneras diferentes y a ser compasivas con nuestra historia y nuestra maternidad para disfrutarla más, y se aprende en compañía, porque se cuenta con el apoyo de una Tribu que nos sostiene en esta etapa y que genera una red de apoyo muy importante en la maternidad, ya que debemos criar en Tribu, nunca solas.
Diana Manzano finalizó resaltando que “otro beneficios, es que se invierte en nuestra salud mental ya que al estar bien, podemos estar bien y disponibles para nuestros hijos, pareja, trabajo, familia y nuestro entorno en general”.
