Sus pequeños pies se movían con rapidez bajo las sábanas de la cama, parecían dos cachorros persiguiéndose el uno al otro, pero nadie estaba jugando, Juanito C estaba angustiado, y como en otras ocasiones quería escapar o patear a un enemigo, era una pesadilla que terminó despertando a sus padres, y no por el ruido, sino por los golpes que sintieron en las piernas.

No lo despertaron, prefirieron hacerse a un lado y dejar que la calma volviera.

Y es que en ocasiones anteriores, cuando lo han arrancado de sus sueños, abría los ojos taaan molesto que tenían que tranquilizarlo durante 30 minutos, sobándole la espalda.

Para muchos era un caso muy llamativo, ¿por qué Juanito C no quería dormir en su cama o hamaca, separado, un poco lejos de los papás, en el cuarto de al lado.

Haceun añodijo que oía ruidos en el closet, hace dos, un monstruo vivía bajo su cama y lo podía arañar, hace cuatrolas sombras se movían, hace seisera la bruja, y hace ochoya no se acuerdan, porque año tras año Juanito C siempre ha tenido un pretexto para llegar con su sábana de perritos deslavados, la que le regalaron hace 15 años, cuando sólo tenía dos.

Y ahora, Juanito C y sus papás, ya no cabe en la misma cama.

Claro que si esta historia fuera verdadera, sería un tema de película o noticia de portada en las revistas sensacionalistas: “¡¡¡ Adolescente que Duerme con sus Padres !!!”,porque en lo general, los niños abandonan la cama paterna cuando descubren que entre más lejos es más divertido (lágrimas), pero ¿qué podemos hacer los padres durante los meses en que quieren pasar la noche con nosotros, en medio de los dos, y además, sin la intención de pegar el ojo, ¿cómo enfrentar ese comportamiento y controlarlo?

La buena noticia es que la etapa de: “Quiero seguir despierto, aunque el mundo se caiga”no dura toda la vida, pero la mala, es que es una parte de la vidaque seguro nos quitará el sueño, por eso, te damos algunas estrategias desarrolladas por pediatras especialistas en sueño infantil.

La doctora Jill Spivack, autora del libro The Sleepeasy Solution, especialista en pediatría y el sueño en los niños,recomienda hablar primero con nuestros hijos sobre la rutina previa a “la hora de dormir”, para que se den cuenta que después de ciertas actividades, como apagar las luces y cerrar las cortinas, los papás y los pequeños sueñan, cada quien, en su propia cama.

Estrategia A. Cómo salir de la misma cama. Paso a Pasito

1. Después de dos o tres noches de dormir en su cuarto, quédate sentada, sin platicar nada, así se aburrirá y será más sencillo que caiga la pestaña (mientras no caiga la tuya primero).
2. Cada noche siguiente, aléjate de la cama hacia la puerta, hasta llegar al pasillo y de ahí a tu cuarto y finalmente, a tu cama.
3. A la mañana siguiente, sólo si es necesario, se puede “inventar un premio”sorpresa que tu pequeño podrá descubrir al sacarlo de una bolsa de papel kraft café o, de vez en cuando, dejarlo bajo la cama

La especialista dice que, cuando estás cansada, optas por la solución más sencilla y efectiva, y en la desesperación, cedes en la exigencia de tu hijo, por lo que debes volverte un poco, o un mucho, inflexible.

 Estrategia B. Editen su propio libro

Otra estrategia es hacer un Libro de la Hora de Dormir, con figuras que tu hijo pueda colorear, o bien, un Libro Fotográficoen donde recreen historias previas a dormirse solo, por ejemplo: cuando era más pequeño dormía en compañía de los padres, pero cuando tuvo su propia cama, era porque ya había crecido suficiente para dormir solo.

Estrategia C.

De acuerdo a la doctora Anit Moorjani, pediatra del Hospital Florida, en EU, para los niños más grandes, que asisten al kínder o la primaria, puede adaptarse un sistema de Pase en la Hora de Dormir, que funciona como un permiso “de una sola vez” para visitar el baño o tomar agua, esto, claro, después de la rutina de la Hora de Dormir.

¿Cómo funciona?

1. Cada noche los padres le dan a los niños un Pase de la Hora de Dormir para salir del cuarto, resaltando que sólo funciona una sola vez.
2. El pequeño debe comprender que, sea o por lo que sea que va, debe hacerlo en un solo viaje, además, les da un poco de control a ellos, ya que pueden decidir el momento en que lo utilizarán.

Para tomar en cuenta

Algunos especialistas han establecido una relación entre el poco tiempo que duermen los bebés y los niños, y afectaciones en la salud, física y a veces mental, de ambos padres.

Y a todo esto, ¿porqué  la necesidad de tener el ojo pelón?

Angela Mattke, pediatra de la Clínica Mayo, en Minessota, dice que las razones por las que los niños quieren estar despiertos varían, desde continuar con los juegos, ver la TV o saber qué hacen papá y mamá cuando están despiertos, algunos incluso, pueden sentir ansiedad al abrir los ojos y no ver a sus padres, quienes estaban a su lado antes de quedarse dormidos.

Por tanto, es importante que la estrategia tenga como meta romper la relación de la “hora de dormir” con la compañía de los padres.