Es ocurrente, práctico y de apariencia bonachona, le gusta despertar tarde y tomar siestas durante el día. Gardfiel, sin duda, atrapa la atención de niños y adultos y no se puede negar, nos hace reír y de alguna manera, quererlo.

El simpático gato, pasado de peso y color naranja, es una buena opción para reírse frente a una pantalla que seguramente atrapará la atención de los más pequeños y los más grandes, sin embargo, su manera de resolver la situaciones es un tanto violenta, no tiene remordimientos, sólo piensa en su propio beneficio, y el humor negro que lo caracteriza puede ser difícil de entender para niños menores de 8 años, además, algunos temas que maneja son algo maduros.

Si bien, Gardfiel es un ejemplo de líder y estratega que resuelve conflictos, más que valores positivos es un manojo de: egoísmo, pereza, rivalidad y violencia como forma de resolver conflictos que los niños pequeños pueden imitar. Sin olvidar que parte fundamental de la serie es el trato, muchas veces, humillante hacia Odie, el perro.

Frente a él, tenemos al Gato en el Sombrero, tan diferente en su silueta y lenguaje, como en sus mensajes. Es cierto que nadie se va a carcajear con sus historias, pero sí a divertir y aprender que la ciencia se puede mezclar con la fantasía.

Delgado y negro, lleva siempre un sombrero rojo de copa alta y moño al cuello, es amable y le gusta viajar a diferentes partes del mundo en compañía de dos niños, con lo que conoce la manera de vivir de diferentes animales y se dan explicaciones a preguntas que todos nos podemos hacer (pero no todos responder), por ejemplo: ¿por qué los pájaros migran?, o ¿cómo y dónde viven los osos polares?

Es una excelente opción si quieres apoyarte para explicarles conceptos de ciencias naturales.

Soy Eduardo Alvarez, periodista y papá