Si buscáramos un alimento completo para el bebé, la leche materna se ganaría, por mucho, el primer lugar, tiene tantos beneficios que para enumerarlos necesitaríamos una pared.
Y es que no es sólo el gran aporte inmunológico y nutricional que brinda para la salud, además, se crea un fuerte lazo emocional entre la madre y el bebé que puede comenzar desde el nacimiento, con la primera leche producida, fuente de proteínas, minerales, anticuerpos, el Calostro.
Muchos Beneficios, pero Muchas Barreras
Si bien es cierto que dar pecho es una manera más saludable y rentable para alimentar al bebé, que nos evita la compra de medicamentos y leche artificial, de acuerdo con la UNICEF, los países de ingresos medios-altos tienen las tasas más bajas de lactancia materna, debido, a que las madres tienen actividades laborales fuera de casa.
Y si además, le sumamos que los medios de comunicación favorecen el uso de biberones, o que en muchos segmentos sociales y conservadores no es bien visto: “dar de mamar en público”, la lactancia materna tiene muchas limitantes que evitan una alimentación adecuada para nuestros hijos.
Actualmente, existen muchos profesionales y asociaciones que brindan información y cursos a las personas interesadas, pero el primer paso, y el más recomendable, es acudir con el ginecólogo.