A los adultos a veces se nos olvida lo que significa ser niños y exigimos a nuestros pequeños comportarse como robots o máquinas, o como si fueran jóvenes o adultos.

En Tiempo de Niños queremos recordar que los niños son exploradores, juguetones, gritones, que quieren ser reconocidos en lo que hacen, que son curiosos, preguntones y parecieran torbellinos de energía, por eso le preguntamos a la psicóloga y mamá Gabriela Espinosa Cáceres por qué se nos olvida lo que significa ser niño.

Nos recordó que los adultos muchas veces buscan que los pequeños no causen problemas, que estén sentados, tranquilos, callados, sin preguntar nada, sin tocar nada y siguiendo las instrucciones al pie de la letra, porque así es más cómodo para ellos, más sencillo, menos desgastante y así pueden hacer las cosas de adultos.

La realidad es que los niños requieren de los adultos para sentirse seguros y amados, pero también los necesitan disponibles para ayudarlos, realizar actividades físicas, socializar, para crearles rutinas que les den seguridad, para jugar, porque jugando aprenden, para ponerles desafíos, no para entretenerlos con dispositivos.

¿Cómo lograrlo?

La primera recomendación de la psicóloga es recordar nuestra niñez y despertar a nuestro niño interno; regresar lo que disfrutábamos de niños y compartirlo.

Lo segundo es interesarnos por lo que hacen nuestros pequeños, no limitarlos.

Tercero es no minimizar sus emociones, porque la tristeza no es menor en un niño que en un adulto, o la alegría, o el enojo

Y cuarto, es que mientras los adultos se encuentren bien emocionalmente, podrán estar disponibles con mayor frecuencia para observar, jugar y dejarse llevar con las ideas de sus niños.

Recientemente, en el patio de casa, descubrí un gran hoyo y estaba a punto de cubrirlo cuando escuché: “Mamá no lo tapes, ya atravesé la tierra y estoy del lado de la luna, mira, ya tomé unas piedras, las voy a coleccionar”.

La mágica idea rompió con mi pensamiento de adulto y me dejé llevar, para armar una colección infinita de piedras en casa; déjense llevar.

Soy Verónica Martínez, periodista y madre.