Ahora sí, la campana sonará para todos, y muchos llegarán con dudas, preguntas y diferentes niveles de conocimiento en los temas escolares, lo que será un RETO para maestros y colegios.

Lo que no se podrá “regular” en el pizarrón ni con los métodos de realidad aumentada, será el área socio-emocional de los niños, quienes llegarán, también, con muchos temores, sensaciones y fragilidades diferentes y muy aumentadas de cuando la pandemia no era materia de estudio ni escolar, ni científica.

¿Será que las escuelas sufrirán otro cambio en su manera de enseñar?, pero ahora para escuchar más a los niños y ser más SENSIBLES a sus comportamientos y necesidades, validando sus emociones, porque seguramente, cuando nos sentimos a gusto y felices, todos aprendemos mejor.

Soy Eduardo Álvarez, papá y periodista