Por varios frentes nos han dicho que debemos comer frutas, verduras y evitar los refrescos, así como la “chatarra”, pero aunque lo sabes ¿te cuesta trabajo llevarlo a la práctica? o ¿que tus hijos lo coman?
Entre los principales errores que cometemos como papás es creer que lo saludable no sabe rico y les damos a nuestros hijos platos poco atractivos, cuando el primer ingrediente a usar es la creatividad.
Jesús López, del Colegio Mexicano de Nutriólogos capítulo Yucatán, nos recordó que hay conciencia de la necesidad de comer saludable porque hay mucha información, pero aunque hay conciencia, no se lleva a la práctica por la falta de ideas de cómo preparar o servir los platos.
Como tu te lo comerías, es como lo comerían ellos, es importante servirle a nuestros niños como nosotros lo comeríamos, y en platos pequeños; sabemos que debemos comer saludable, nos han metido presión, pero nos faltan las acciones”.
La industria alimentaria es muy grande y sofisticada, su fortaleza es que detecta la variedad del mercado y están al pendiente de lo que deseamos, por ello hay productos que dicen ser bajos engrasa, azúcar, fortificados, o sustitutos de carne o con sabor a cierto platillo.
Se trata de alimentos con aditivos, pero lo ideal no es buscar sustitutos, sino los nutrientes que se requieren, y de esa forma se le enseña a los niños.
“Si sirvo un plato de pollo con chayote no se ve rico, pero si lo hago como me gustaría, con pasta, una salsita de verduras, seguramente; nos faltan las ganas de hacerlo e ideas o creatividad”.
El secreto es usar los productos frescos y combinarlos en platillos ricos, siempre pensando que como nosotros los disfrutamos, ellos podrán saborearlos.
Soy Verónica Martínez, periodista, madre y emprendedora