Faltan semanas, quizá días o algunas horas para que uno de los personajes más famosos del mundo visite tu casa, mi casa,
y la casa de cientos de miles de niños que se preguntan ¿cómo es físicamente Santa?
Sabemos que tiene cabello blanco, viste traje rojo y viaja acompañado de sus renos, pero también sabemos algunas
cosas sobre él que bien vale la pena transmitir a nuestros hijos y que tienen que ver con la Personalidad de Santa.
1. Una Gran Sonrisa
¿Cuál será el secreto de Santa para estar siempre de buen humor? Quizá todo radique en su sonrisa.
Estudios realizados en la Universidad de Australia del Sur (Aus), detectaron que la sonrisa tiene el poder de generar emociones positivas y nos levanta el ánimo. Y funciona, incluso, aunque la sonrisa no sea 100% real, o de plano falsa.
De acuerdo con la investigación, cuando sonreímos, nuestro cerebro recibe la señal de que somos felices, lo cual, lo toma por cierto y le envía a nuestro cuerpo señales que le indican : “todo es maravilloso”, así que la felicidad se hace realidad.
Y con la felicidad en marcha, somos más propensos a ver de una manera positiva el mundo que nos rodea, se reduce la ansiedad, la depresión y disfrutamos más la vida.
Además, el poder positivo de la sonrisa es tal que beneficia a quien tengamos enfrente, porque simplemente con vernos sonreír, le estamos transmitiendo felicidad. ¿Cuándo fue la última vez que le compartiste una sonrisa a tus hijos?
2. Ho, Ho, Ho… Reír
Reír sin límite ni pena, siempre que sea posible y lo hagamos con respeto hacia los otros, es un gran antídoto contra la depresión, ansiedad, estrés, dolor, aumenta nuestra capacidad para demostrar nuestro aprecio y afecto hacia otros, mejora las funciones de nuestro cuerpo, hasta ayuda a sanar el resfriado.
Y si en tu familia les inculcan a tus hijos “seriedad ante todo”, ya va siendo hora de abrirle la puerta a la risa, porque cuando hay buen humor, el mundo entero está de buen humor, lo que facilitará que tus hijos tengan razones para ver el mundo como un lugar más amable y amigable.
3. Pensamiento Positivo
Nos ayuda a no detenernos y buscar soluciones, tal como lo debe hacer Santa cuando tiene que entrar a una casa sin chimenea o para aquellos regalos agotados en las tiendas. Muchos deportistas han demostrado que no hay límites para quienes piensan de manera positiva.
Las personas con una actitud positiva superan las dificultades más rápido que quienes sólo ven el lado negativo, y aprenden a adaptarse a situaciones adversas buscando la manera de obtener resultados positivos.
Un pensamiento positivo en la mente de los niños ayudará a que desarrollen mejor su creatividad, ampliar su visión, expandir sus ideas fuera de los límites, pero también la empatía, cooperación y la conexión.
Esta forma de pensar puede ayudar a enfrentar la adversidad con una mentalidad más positiva
4. No Hay Límites
¿Te imaginas a Santa diciéndole a sus duendes que es imposible entregar tantos regalos en una sola noche? O que no pudo entregar el regalo de tus hijos porque no encontró la chimenea.
Si le enseñamos a nuestros hijos (y a nosotros mismos) que los límites pueden ser cruzados, los estamos alentamos para que alcancen las metas que se fijen.
Las empresas que piensan en traspasar los límites son las que innovan y resuelven necesidades. Los deportistas que piensan más allá de los récords establecidos son quienes logran saltar más alto o correr más rápido. ¿Hasta dónde podrían llegar tus hijos si tú los apoyas?
5. Trabajo en Equipo
No hay duda, el señor Clause sabe trabajar en equipo junto con los duendes y renos, unos se encargan de fabricar los juguetes y otros de transportarlos.
Cuando se trabaja en grupo, se pueden ver diferentes perspectivas para resolver un problema, lo que incrementa la posibilidad de solucionarlo de manera más efectiva y eficiente.
Para los niños, el trabajo en equipo fomenta el compromiso, la creatividad y se darán cuenta que los resultados pueden
llegar a ser innovadores, también aprenderán de sus pares, y fortalecerán habilidades sociales, por último, disfrutarán
ser parte de un grupo que festeja los logros en conjunto.
Una manera eficaz de inculcarles el trabajo grupal a nuestros hijos, es la práctica deportiva en equipos.
Y tú, ¿cuánto te pareces a Santa?
Soy Eduardo Álvarez, papá y periodista