Es de los principales errores que cometemos las mamás, cuando notamos que algo anda mal con nuestro bebé, y lo ideal es que el experto nos diga de qué se trata, porque si se trata de una alergia a la proteína de la leche de vaca, es necesario cambiar la dieta de la mamá que lacta o de la fórmula que se le da a los pequeños de 0 a 2 años..
Platicamos con Gerardo Antonio Sagols Méndez, gastroenterólogo y nutriólogo pediatra, y nos explicó que en promedio 2 de cada 10 lactantes son alérgicos a la proteína de la leche de vaca, ya sea porque la mamá que lacta la ingiere o porque el bebé es alimentado con una fórmula que no es la adecuada para su organismo.
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Le preguntamos cuáles eran los 5 principales errores que cometemos las mamás al notar que algo anda mal con la alimentación de nuestro bebé y nos dijo que:
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1.- Tenemos el concepto erróneo de que el bebé no se llena con pecho y hay que darle fórmula, cuando todas las mamás producen la cantidad suficiente.
2. El cambio de fórmula de forma arbitraria, hacemos hasta 8 cambios y le estamos dando lo mismo.
3. Sobre-medicamos a nuestro bebé si tiene gases o cólicos.
4. Usamos tés como el de anís estrella con efectos secundarios.
5. No acudimos al pediatra.
2. El cambio de fórmula de forma arbitraria, hacemos hasta 8 cambios y le estamos dando lo mismo.
3. Sobre-medicamos a nuestro bebé si tiene gases o cólicos.
4. Usamos tés como el de anís estrella con efectos secundarios.
5. No acudimos al pediatra.
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Y muchas veces el problema se soluciona con la ingesta de probióticos para las mamás, para los bebés o con un cambio de dieta a las mamás que lactan o con una leche altamente hidrolizada como Aptamil..
“El bebé prematuro no tiene la capacidad adecuada para procesar ciertos nutrimentos y a veces en algunos niños, que tienen una infección intestinal severa, pueden, de pronto, haber cierto daño en la forma de protegerse del intestino, eso hace que ciertas proteínas que no le afectaban, empiecen a afectar, como la proteína de la leche de vaca.
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“Son las mamás las que sospechan el problema, porque ven que hay un problema recurrente y a pesar del antibiótico o antialérgicos a los que recurren, las mamás ven que algo no anda bien y buscan ayuda en diferentes formas y muchas veces puede ser a la proteína de la leche de vaca”, explicó el experto.
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Las mamás notamos que les salen ronchitas, tienen cólico, diarrea o se extriñe, y empezamos a cambiar las leches que a otras mamás les ha resultado con sus hijos, complicando el escenario, hasta que finalmente acudimos al experto.
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“Hacemos la prueba terapéutica que consiste en suprimir en la mamá que está lactando la leche de vaca o derivados, así como al niño que ya consume una fórmula láctea y le damos una que sea extensamente hidrolizada, quiere decir que es hipoalergénica y se evalúa por tiempos, puede ser 2 semanas y luego viene el reto de quitarla y ver la reacción o continuar”, dijo.
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Los más severos
Explicó que los casos más severos de alergia, son cuando hay sangrado intestinal y se hacen estudios..
“La alergia a la leche es muy frecuente, yo como gastroenterólogo pediatra tengo una alta incidencia, el 20 por ciento de todos los bebes es por este problema. Es de los principales problemas de lactantes.
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Explicó que el tratamiento a la alergia de la proteína de la leche de vaca puede tratarse con probióticos que pueden reforzar el sistema inmunológico y ayuda a tolerar proteínas en un futuro.
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En México el Floratil es uno de los probióticos que regenera y estabiliza la microbiota intestinal, logrando un equilibrio.
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Y con la fórmula extensamente hidrolizada para los casos ligeros y los severos con fórmulas más especializadas con aminoácidos, son alérgicas, para alergia severa, como Neocate.
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Otro problema el reflujo
Agregó que 6 de cada 10 niños tienen reflujo.
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Es un problema frecuente en los bebés y no quiere decir que requieran tratamiento, porque la mitad de los casos, es de inmadurez o fisiológico, solamente en casos sintomáticos, que está muy irritable, tiene más de 6 vómitos al día, es un reflujo patológico, pero la mayoría es de algo funcional y fisiológio y se resuelve entre los 4 a 6 meses.
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“El problema es que el bebé llora y cree que es hambre y le da de comer y va empeorando. El reflujo es una agrura, irrita al esófago, la lactancia materna ayuda a madurar el intestino y muchas veces es que las
mamás tengan conocimiento que no todo el llanto es por hambre, y hay técnicas de sacar el aire”.
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Siempre consultar
Recomendó que siempre lo mejor es consultar, de esta forma se sabrá qué medidas tomar, en lugar de cambiar la leche o medicar.
Soy Verónica Martínez, periodista, madre y emprendedora
