Recuerdas cuando eras niña o niño, ¿cuánto miedo te daba estar solo, la oscuridad o ir a la cama solita?
“Tengo Miedo” es una frase recurrente en nuestros hijos, sobre todo para los pequeños de 3 a 7 años que no quieren dormir solos, porque la oscuridad se convierte en el aliado perfecto de monstruos y brujas que se esconden debajo de la cama o dentro del ropero. Claro, para los adulto son sólo fantasías, pero para los niños, no.
La psicóloga infantil, Elba Melgoza, nos dijo que “el miedo es una emoción y es parte del desarrollo”, y madurará conforme los niños crezcan, pero nunca desaparecerá, sino que se transformará en otros personajes o situaciones, si a los 3 años los animales grandes causan temor, a los 7 lo hará la oscuridad.
Para muchos niños es una etapa difícil de enfrentar que inicia a los 3 años y termina alrededor de los 11, pero que se puede controlar con diferentes estrategias para anticiparse a la hora de dormir, como:
1. Un baño antes de acostarse,
2. Leer un cuento,
3. Un masaje con aceites,
4. Oración nocturna,
5. Respiraciones de relajación, y
6. Hacer un recuento de lo más hermoso del día.
Buenas noches
Una técnica útil para la hora de dormir, y ayudar a que tu hijo pueda conciliar el sueño solo y fomentar la independencia, es avisarle al pequeño que regresarán a verlo más noche, por ejemplo, pueden empezar con sólo 5 minutos, y conforme se note un progreso en la confianza, van alargando los tiempos.
Tus hijos tendrán más confianza en sí mismos, si logran tranquilizarse antes de la despedida y conciliar el sueño solos.
Otra estrategia, que tiene que ver con el modelo de crianza en donde se respetan los tiempo de madurez de los pequeños, es acompañarlos si los miedos siguen siendo frecuentes, pero haciéndoles notar la diferencia entre realidad y fantasía.
Elba Melgoza, también recomienda que como padres le mostremos a los niños que el miedo es una emoción normal, y ayudarlos, creando un ambiente de seguridad y tranquilidad, educando sin gritos, amenazas, castigos o discusiones. Y algo muy importante, nunca educar con miedo.
Es importante considerar que para ellos, la tranquilidad sólo llega sintiendo a sus padres cerca, porque así se sienten seguros, protegidos y respaldados.
Un Miedo, para cada EDAD
Los menores de 3 años, suelen sentir miedo a la separación de sus papás, a los animales grandes, a la oscuridad y a los médicos.
A partir de los 4 años, van haciendo conciencia de su realidad y es cuando traslapan la fantasía de monstruos, brujas, le temen a la oscuridad y al daño físico.
De los 6 a los 7 suelen temerle a la oscuridad, la separación, a los ladrones y a veces a la escuela.
Los niños de 8 a 10 años suelen temer a la muerte, al daño físico y a la escuela.