Este postre es mágico, con menor contenido de azúcares y grasas que las gaseosas o frituras coloridas y burbujeantes.

Además, el helado es ideal para quienes vivimos en zonas calurosas, porque ayuda a rebajar la temperatura corporal de los chicos, e incluso, a hidratarlos un poco.

Otro postre similar son los bolis, que si tienes suerte, puedes encontrarlos en versiones caseras de pitahaya y mango.

Toma en cuenta que rebasar los 30 grados de calor y llegar a más de 40 se dice fácil, muchos turistas lo aplaudirían, pero para los niños que viven entre la humedad relativa y el sol que convierte los pisos en planchas, puede conducirlos a tener una insolación.