“¡Mamá yo también te quiero llamar, ¿te puedo llamar?, yo en mi cuarto y tu allá en la sala, ¿estás lista?”
La propuesta me resultó rara, pero accedí, el resultado: mi hijo me hizo una video llamada y me invitó ¡al espacio!
Con asombro vi cómo su estrellódromo, hecho con una caja de cartón y orificios para que reflejen la luz en la oscuridad, se convirtió en nuestro destino: El espacio.
Nuestro acompañante fue el libro “Cómo atrapar una estrella” de Oliver Jeffers y el ingrediente principal fue la imaginación, así fue como hicimos un viaje por el espacio a través de una videollamada.
Nuestro viaje duró más de 30 minutos y mientras yo preparaba la comida, él me mostraba los planetas, las estrellas e invitaba a más amigos a viajar, como al mono, la pantera, el tiburón, el búho y otros miembros peluchines.
Las carcajadas y la emoción en esos momentos fueron el resultado de la imaginación y sin duda una muestra de la realidad que estamos viviendo, de las conexiones y comunicaciones en línea.
Nuestros pequeños nos dicen de muchas formas la necesidad de querer jugar con nosotros; dar el espacio, el tiempo para jugar con ellos, nos llevan a viajes de aventuras y de esta forma fortalecemos el vínculo con ellos.
Dejémonos llevar por sus fantasías en medio de los 10 meses de contingencia que llevamos.
Soy Verónica Martínez, periodista y madre
Fotos: Tiempo de Niños