Ser amigo de nuestros hijos es una de las mejores formas de impulsar muchas de sus habilidades para su desarrollo social y emocional. En este artículo te diremos por qué, como papás, es bueno ser amigo de nuestros hijos.

Existen diferentes estudios en los que se ha detectado que los niños que tienen una buena relación de amistad con sus padres puede establecer relaciones sociales de manera más sencilla.

También se demuestra que establecer relaciones de amistad es una meta en el desarrollo antes de los SIETE años, porque brinda a los niños contextos en los que practica habilidades sociales, cognitivas, de comunicación y de desarrollo emocional.

Se sabe, además, que cuando hay amistad ente los padres de familia y sus hijos, existe mayor comunicación y armonía en la familia.

Ahora bien, que los papás tengan una buena relación de amistad con los hijos no significa que serán permisivos o que perderán autoridad, por eso es importante establecer límites y recordar que nuestros hijos no son adultos.

¿Cómo ser amigo de nuestros hijos?

En Tiempo de Niños consideramos que hay CINCO TIPS para generar un lazo de amistad con nuestros hijos, que favorecerá su capacidad de conseguir amigos en cualquier parte.

Jugar: ¿cuánto tiempo juegas con tus hijos durante el día? Para los niños, jugar es una herramienta perfecta para desarrollar habilidades sociales y físicas.

Juego libre: ok, vas a jugar con ellos, pero ¿tú quieres poner las reglas? quizá otro día, porque lo que tus hijos buscan es olvidar las estructuras de adultos, claro, tu papel como mamá o papá es evitar los riesgos y la violencia.

Platicar a su nivel: a veces, tan sólo escucharlos y aprender de su mundo, ¿qué personajes de caricatura les gustan? y ¿por qué les gustan?, por ejemplo, eso fomentará su confianza, y en lugar de hacerle preguntas directas, puedes contarle anécdotas de cuando tenías su edad.

Guardar secretos: de lo que a ellos les gusta o interesa, quizá quieren contarte sobre personajes de caricaturas o algún amor platónico en la escuela. Ellos esperan que guardes sus secretos y no los exhibas ni critiques, así alimentarás su confianza.

Tener tiempo: así como en ocasiones alguien ha hecho todo a un lado para escucharnos y ayudarnos, así, nuestros hijos, necesitan compartir sus logros, miedos, dudas o fracasos, y somos nosotros a quienes recurrirán primero, ¿te imaginas qué sienten cuando les pides que regresen más tarde o les dices que su problema no es ningún problema?

Es muy común que juguemos con nuestros hijos cuando son bebés o muy pequeños, pero también es importante jugar con ellos cuando ya son niños grandes, es la mejor forma de tener su confianza y ayudarles con su autoestima, y recuerda que los mejores amigos, se ganan en la infancia.

Soy Eduardo Álvarez, papá y periodista