¿Cuál es la escuela más importante? La licenciatura, la maestría, o quizá el doctorado, o puede ser aquella en la que se desarrollen mejor las habilidades personales y sociales, donde aprendamos a comunicarnos mejor, a razonar y comprender nuestro entorno, incluso a establecer relaciones sociales y limpiarnos el trasero después de ir al baño, claro, una vez que dominamos el arte de caminar solitos y vivir sin pañal.
Puede parecer una broma, pero existe un estudio que demuestra científicamente que la etapa más importante, en donde desarrollamos más habilidades y capacidades, es en los primeros años de nuestra vida, y eso es antes de los seis.
El autor es el ganador del Premio Nobel en economía del año 2000, el profesor James J. Heckman, quien estudió junto con un equipo de neurocientíficos, psicólogos, economistas y estadistas, la evolución de un grupo de niños en un centro de estudios “tradicional” para niños de familias marginadas (en Estados Unidos), en donde los menores tenían acceso a materias adicionales como: taller de huerto urbano, danza, matemáticas, cocina, manualidades, pintura, etc., y algo muy importante, tiempo de juego libre en amplias áreas de esparcimiento.
Los resultados arrojados 10 años después de iniciado el estudio, demuestran que si los niños son expuestos a determinadas experiencias educativas en edades tempranas, tendrán un nivel de vida y salud superior al de sus padres, lo que, además, puede reducir las diferencias económicas en su entorno.
Y no sólo eso, el estudio del dr. Heckman, demostró también la importancia que tiene la educación temprana que se da en casa, donde los padres hacen su parte con, por ejemplo, los tiempos de lectura antes de dormir, detectando su alto beneficio en la capacidad lectora de los infantes.
Bueno, pero ¿y dónde lo inscribo?
Hayar un sistema educativo adecuado y de grandes beneficios requiere de tiempo y ganas de preguntar, no sólo de leer folletos, afortunadamente, existen iniciativas que favorecen y agilizan este proceso, como Mi Primera Escuela, en donde podemos encontrar en un solo lugar y el mismo día, diferentes opciones educativas, desde las tradcionales y de horario extendido, hasta las que ofrecen cursos y talleres específicos para desarrollar las capacidades que pueden potencialidad las el desarrollo cognitiva de nuestros hijos, como la pintura, danza o hasta clases de cocina, que no está de más decirlo, los enseñan a comer más sano y completito.
Resordemos que el mundo es el mismo, pero la sociedad y el comercio no, y la educación (pública y privada) se ha adaptado a un sistema tan revuelto, que nos impide ver claramente que la escuela más importante, es la mismo que el paso más importante que damos en la vida: El Primero.
Soy Eduardo Álvarez, papá y periodista
